Ante la llegada del próximo año se plantea otra vez el debate sobre los días festivos del nuevo calendario laboral. Desde el gobierno se había planteado la solicitud de la patronal de eliminar los puentes argumentando una disminución de la productividad pero las particulares características del 2013 han permitido posponer esa decisión.

Sin embargo, el debate sigue abierto. En la constante búsqueda de una salida a la crisis y la inevitable comparativa con otros países de la Unión Europea, muchos creen ver en nuestro calendario laboral, con sus abundantes festivos y puentes, la causa y origen de nuestra baja productividad.

Antes de aprobar la actual reforma laboral, patronal y sindicatos, a instancias del gobierno, ya habían acordado trasladar al lunes las festividades de la Asunción, Todos los Santos y la Constitución. El director general de Empleo debe a su vez negociar estas tres fechas con la conferencia Episcopal al tratarse de festividades religiosas, si bien estos cambios, de aprobarse finalmente no se aplicarían hasta el 2014.

Para el 2013 quedaría aprobado un calendario laboral con 8 festivos “no sustituíbles” de ámbito nacional al que habría que añadir los festivos autonómicos. Sobre si los puentes favorecen o perjudican la productividad y la economía, las opiniones son tan diversas que cada cual se forja la suya en base a las características de su propio negocio. Desde el sector industrial, muchos empresarios argumentan que la fractura constante que representan los puentes en sus horarios de producción y el descenso de productividad de los trabajadores tras unas pequeñas “mini vacaciones” les perjudican gravemente. Ponen como ejemplo otros países europeos en los que este fenómeno no se da o se da mucho menos frecuentemente. Sin embargo, no hay estudios imparciales que demuestren que la productividad aumenta al trabajar sin estos descansos. Desde el sector de la hostelería, sin embargo, protestan enérgicamente contra estas medidas ya que insisten en que al reducirse los puentes y centralizar toda su actividad en los periodos vacacionales, la mayor parte del año tendrán graves dificultades en sostener sus negocios en pie. Mientras muchos usuarios y consumidores lo ven positivamente, como una manera de tener durante más tiempo los productos y servicios accesibles (si bien las estadísticas de venta no demuestran en ningún caso que este tipo de fechas aumente el consumo), los trabajadores se quejan de que, aún teniendo el mismo número de festivos y laborables en el calendario anual estas resoluciones sólo pueden derivar en una pérdida de derechos y en un grave perjuicio para la conciliación familiar bastante castigada ya por nuestro régimen de horarios.

Para los autónomos, acostumbrados ya a que su horario de trabajo se adapte a las distintas demandas de sus clientes a lo largo del año, trabajando frecuentemente los fines de semana y festivos quizás sea un debate paralelo, pero sin duda para las pymes que se ven obligadas a optimizar al máximo sus recursos, horarios y personal será un tema que no dejarán al margen durante el próximo año.

"Nunca debe el hombre lamentarse de los tiempos en que vive, pues esto no le servirá de nada. En cambio, en su poder está siempre mejorarlos." 

(Thomas Carlyle)

[Publicado por Alicia Ballesteros]